FOR THE SAKE OF A CLICK

17/9/07

En Raglan Road

En Raglan Road un día de otoño por primera vez la vi y supe
que su pelo oscuro tejería una trampa que un día yo habría de lamentar.
Percibí el peligro y sin embargo recorrí el camino encantado.
Y me dije “que el pesar sea como una hoja caída al amanecer”

En Grafton Street en noviembre paseábamos ligeros por el borde
de un profundo barranco en el que puede verse lo que vale el voto de la pasión.
La Reina de Corazones aún haciendo tartas y yo sin recoger el heno.
Pero yo amaba con exceso y por naderías semejantes se pierde la felicidad.

Le di los dones de la mente; le di el signo secreto conocido
por los artistas que han tratado con los verdaderos dioses del sonido y la piedra.
Y palabras y tinta sin mesura pues le di coronas de poemas que recitar.
Allí estaban su propio nombre y su cabellera negra como nubes sobre los campos en mayo.

Por una tranquila calle donde se reúnen viejos fantasmas la veo ahora pasar
alejándose de mi con tanta prisa que mi razón ha de reconocer
que he amado indebidamente a una criatura de arcilla.
Si el ángel corteja la arcilla puede perder sus alas al llegar el amanecer.

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